Llegamos hacia las 12:45 al albergue donde íbamos a pasar 3 días y 3 noches. Nos instalamos en nuestras respectivas habitaciones, que estaban bastante mejor de lo que nosotros esperábamos, el albergue en si parecía un hotel muy grande para jóvenes y sobre todo era acogedor.
Esa misma tarde tuvimos visita guiada en autobús durante unas 2-3 horas, durante la cual nos enseñaron los edificios de bastantes embajadas, de los cuales cabe destacar que algunos estaban muy bien hechos y te llamaban la atención; a mí personalmente me gustaron los de India y China o Japón. Vimos el muro de Berlín (lo que queda de él), creo que ésto fue una de las cosas que más nos llamó la atención y que más ganas teníamos de ver ya que nos lo han recalcado tanto en la asignatura de historia (ver foto nº2), y otras muchas cosas significativas para los alemanes.
Por la noche cenamos unos pollos con patatas que compramos en un establecimiento Turco cerca del albergue (que por cierto nos entró super bien). Al terminar jugamos al futbolín y estuvimos en la sala de estar antes de irnos a las habitaciones
Después de desayunar, demasiado pronto a mi parecer, nos fuimos a ver la cúpula del Parlamento; pero luego nos dimos cuenta de que si no hubiéramos desayunado tan pronto, nos hubiéramos encontrado con mucha cola para entrar. La cúpula era impresionantemente alta y eran muy bonitas las vistas que de ella se podían obtener; claro que para llegar a lo más alto, como siempre, hay que subir y para ello alrededor del interior de la cúpula había una especie de cuesta con forma de caracol; pero tenía una cosa especial que no nos dimos cuenta hasta cuando bajábamos: la cuesta eran dos cuestas y por eso si no te fijabas, no te dabas cuenta de que había gente con la que nunca te llegabas a cruzar y eso a mí me impresionó bastante.
Cuando salimos del Parlamento nos quedamos sentados en las escaleras; allí Itziar empezó a cantar y aparte de dejarnos alucinados a nosotros, toda la gente que estaba allí esperando a la cola para entrar se quedó boquiabierta y cuando terminó (aparte de quedarse cortada porque había mucha gente mirándola), empezamos todos a aplaudir; pero no sólo nosotros sino que algunas de las personas que la escucharon y no tenían nada que ver con nosotros también. Es que todo hay que decirlo, cuando Itziar canta despierta hasta a las piedras; ¡VAYA VOZ! Luego le estuvimos dando el turre un rato para que volviese a cantar; qué pobre. Pero al final nos volvió a cantar.
Después de ver la puerta de Brandenburg, nos acercamos a una especie de exposición de osos que representaban a cada país, porque, no lo he mencionado antes pero el oso, según nos dijo la señora que nos hizo de guía el día anterior, está en el emblema de la ciudad, y es como si fuera su mascota o algo así. Cada país estaba representado por un oso. El oso de España, a mí personalmente, no me gustó mucho; eran bastante más bonitos los de India, Rusia, Japón y otros muchos países.
A la hora de comer, tuvimos que ir al Museo Judío (claro que comimos unos bocadillos antes de entrar). Todos pensábamos que iba a ser muy aburrido y que no nos enteraríamos absolutamente de nada porque lo dirían todo en alemán; claro que nuestras suposiciones fueron erróneas porque hicieron dos grupos: a los alemanes y a tres compañeras nuestras, sí que les hablaron en alemán; pero al segundo grupo que éramos los demás nos hablaron en inglés. Fue muy entretenido, no se nos hizo pesado para nada y sobre todo alucinante por lo que la gente puede llegar a hacer y todas las cosas que pasaron. Estuvimos en el "supuesto jardín" (ver foto nº3), donde te daba la impresión de que te mareabas o de que ibas en un barco que se mueve. Al final de la visita al museo, el chico que hacía de guía nos enseñó "La Torre del Holocausto", que en cuanto entramos nos entró una claustrofobia impresionante; era como si estuvieras en una habitación de tres paredes y que en el techo formara una especie de triángulo. Yo creo que todos sacamos buena impresión de este museo, al menos, que yo sepa, al final de la visita no se quejó nadie y cada uno de nosotros explicábamos lo que habíamos visto y lo que el guía nos había explicado.
A mí personalmente fue el que más me gustó; ya que hay que admitir que los de "Documenta 11" no fueron especialmente llamativos; igual es que yo tengo un problema con el arte moderno porque no entiendo la mayoría de las cosas que hacen; por ejemplo vímos una habitación llena toda ella de cuadros enmarcados, en los que había números escritos en secuencia incomprensible, por lo menos para mí; tal vez signifique algo para el autor de la obra.
Por la noche conocimos a unos alemanes muy amables, que nos invitaron al cumpleaños de una chica que estaba con ellos y lo celebramos medianamente juntos. Mantuvimos algunas conversaciones con ellos en ingles, ya que en alemán no nos podíamos defender muy bien. Y ese mismo día nos empezamos a relacionar mejor con los alemanes que venían con nosotros; ya que a la noche estuvimos hablando con ellos más de lo que acostumbrábamos a hablar. Y otro día se fue.
Este día no nos tuvimos que levantar tan pronto ya que íbamos un poco por nuestra cuenta. No estoy muy segura de este día, tal vez lo confunda con algún otro pero creo que estuvimos viendo un museo cada uno por su lado, y luego, mientras íbamos caminando hacia la "Isla de los Museos" nos paramos en una tienda donde había muchas cosas bonitas para comprar de recuerdo. Cuando llegamos a una plaza de cuyo nombre no me acuerdo, decidimos qué íbamos a hacer y dónde íbamos a quedar con los profesores. Ese día no fue muy ajetreado que digamos; pero así mejor porque por mi parte por lo menos estaba muy cansada.
Finalmente, algunos decidieron irse de compras, otros a seguir viendo cosas y otros nos fuimos al albergue a descansar un poco; pero de descansar nada porque nos pusimos a hacer las maletas, nos duchamos y recogimos la habitación para el día siguiente, ya que por la mañana partiríamos hacia Kassel.
OPINIÓN PERSONAL SOBRE BERLÍN
Yo creo que fue uno de los sitios en que mejor me lo pasé y a lo que más provecho le saqué fue al "Museo de los Judíos".
Myriam Rubio